El ingeniero civil es posiblemente uno de los profesionales que menos se plantea emprender y el autoempleo como una posible salida profesional (cuando digo ingeniero civil, me refiero a Ingeniero Técnico de Obras Públicas, Graduado en Ingeniería Civil o Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos).
Según mi punto de vista tenemos dos motivos: el primero y quizás el más importante, es que nuestra profesión está muy ligada a la inversión pública, por lo que cuando alguien se plantea en emprender en el sector de la obra civil o en la obra pública (ojo que no es lo mismo), en lo primero que piensa es en sellos de calidad, currículums imposibles y en definitiva concursos públicos imposibles a los que acceder para un ingeniero de a pie (en todo momento me refiero a servicios de consultoría, ni que decir tiene lo complicado que es acceder a ejecución de obras o a montar una constructora). Este primer motivo es el menos difícil de desmontar, nos podemos dedicar a muchas otras cosas, hay una gran cantidad de maneras de ejercer nuestra profesión sin tener que pasar por estas vias, no solo nos podemos dedicar a lo público, la ingeniería civil es mucho más, pero eso da para otro post: «¿en qué emprender cuando emprende un ingeniero civil?».
El segundo de los dos motivos y para mí es el problema más profundo y el más dificil de solucionar, es que al ingeniero civil no se nos enseña a emprender durante nuestra formación y lo que es peor, no se fomenta la filosofía del emprendimiento, no se nos incita a salirnos de «lo normal».
Al principio pensé que solo pasaba en mi escuela, pero durante mi paso por el Consejo Estatal de Estudiantes de Caminos, entendí que no, que en todas las escuelas es igual, el mismo discurso: si queremos trabajar, tendremos que caer en una «buena empresa» en la que ejecutaremos, proyectaremos o realizaremos estudios de obra civil; aunque en los últimos años, se añade la coletilla de «…y si no, pues te tendrás que ir fuera».
Antes de nada, aclarar que hablo desde mi escasa experiencia, opinión o punto de vista y, que puede ser bueno o no, pero es el único que tengo.
¿Cual es la diferencia con otras profesionales técnicos durante su formación? pues que tienen clarísimo que se pueden dedicar a muchas cosas a otros sectores, que serán sus competencias personales (y no únicamente sus atribuciones profesionales), las que les lleven al éxito, que será lo que sean capaces de hacer (y no solo lo que pueden firmar) lo que les aportará oportunidades profesionales, aunque sea en otros sectores. Bien es cierto que hablo en términos generales, hay un montón de ejemplos de ingenieros civiles que han aprendido a pivotar y encontrar su camino.
Yo creo que este concepto hay que cambiarlo, esta crisis que atraviesa nuestro sector, lógicamente ligado a la inversión pública, nos tiene que enseñar a hacer las cosas de otra manera, a pensar de otra forma, ya no vale lo de antes, tenemos que aprender a valorar lo que se nos da bien y no me refiero solamente a lo técnico: construir, proyectar o realizar estudios. Durante nuestra formación adquirimos competencias que nos acompañarán siempre y tenemos que saber usarlas resolviendo problemas, gestionando una contabilidad, preparando un plan estratégico, desarrollando un plan de negocios…
Esto además hay que explotarlo, buscando la manera de aportar el máximo valor a nuestro target (cliente o empleador).
Emprender no es nada fácil, de hecho es muy difícil, pero en el nuevo paradigma que se encuentra nuestro sector, los ingenieros civiles tenemos que empezar a valorar esta salida como una posibilidad, salir de los estereotipos y pensar en el sentido más amplio, contestándonos a ciertas preguntas, que para mi, son fundamentales: ¿qué valor puedo aportar?, ¿cómo lo voy a aportar? y ¿a quien? y siempre con un ojo puesto en el mundo digital.
Los ingenieros civiles tenemos muchísimo que aportar a la sociedad y estamos en el momento justo de demostrarlo.
¿vosotros qué pensais sobre el tema? seais ingenieros civiles o no.
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